martes, 29 de enero de 2013

NO COMA EL PAN CALIENTE, PORFA

He tropezado con un refrán que me ha puesto la carne de gallina :
"Pan caliente y vino fuerte...dan la muerte"
Pero el refranero no se ha equivocado esta vez.
Ese pan que tanto nos gusta, calentito y crujiente, se digiere mal, excita la producción excesiva de jugo gástrico y produce hiperclorídria (exceso de ácido clorhídrico ).
Por eso, los nutricionistas recomiendan comer el pan frío, bien "asentado", del dia anterior si es posible, con el fín de que pierda parte del agua y permita su impregnación por la saliva, que es el único jugo digestivo que puede transformarlo.
Ya sabemos que la digestión empieza en la boca, y es la ptialina que segregamos la que  pre-digiere los hidratos de carbono. Por tanto, no empecemos enfadando al organismo en el primer bocado.
Pan frío, bien ensalivado y poco, que tampoco hay que pasarse.
Y en cuanto a la otra parte del refrán... No creo que bebamos vino fuerte.
Yo creo que se referirá al vinagre, que también hace daño al hígado. Pero esa es otra historia. Ya hablaremos otro día.

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