sábado, 1 de noviembre de 2008

POBRECITO MI NIÑO

Esta expresión la he oído muchas veces. Demasiadas veces. Y me duele. Me duele porque vuelvo chocarme contra un muro cuando se la oigo decir a alguna mamá o abuelita .
Suele pasarme con frecuencia.
Atiendo a diario a familias en las que a alguno de sus hijos le ha recomendado el médico que han de suprimirle los lácteos o el trigo.Yo llevo haciéndolo hace 20 años y me congratula que ahora
los pediatras acaban suprimiendo la leche cuando los niños presentan una mucosidad excesiva, con resfriados contínuos o trastornos respiratorios...
Los dermatólogos recomiendan sustituir los lácteos de vaca por leches vegetales, cuando ya la dermatitis se ha cebado en la criatura y no considera oportuno recetar más cortisona...
Y ultimamente los especialistas de aparato digestivo suprimen el trigo a un niño anémico después de análisis varios, sospechando una celiaquía.
Hace tiempo se pensaba que un niño celíaco "tenía que" presentar diarreas. Hoy se sabe que la mayoría no tienen ese síntoma. Niños estreñidos, con dolor de cabeza, anémicos , hiperactivos...resultan ser intolerantes al trigo.Igual que niños con bronquitis repetidas, asmáticos o alérgicos, resultan ser intolerantes a la lactosa y la proteína láctea.
Pero cuando la abuelita reparte la merienda entre sus nietos...y Pepito no puede tomarse el "colacao de toda la vida"... o el moyete con mantequilla.... ¡¡¡ Pobrecito mi niño !!!
Afortunadamente, son las menos.
Afortunadamente, no caen en la tentación de darle a escondidas "un poquito na más, pa que lo pruebe..."
Pero desafortunadamente, tras ese beso apretao que sigue a ese "pobrecto mi niño"... va el mensaje de que Pepito es diferente... y eso es lo que duele.
Porque lo que menos necesita Pepito es sentirse diferente entre los "normales" que sí toman colacao y pan con mantequilla. Y Pepito también es normal.
He paseado por los restaurantes de media Europa con mis tortas de arroz, por no poder comer esos maravillosos bollos de desayuno que hay por todas partes.Los restaurantes y hoteles ignoran que hay muchas personas (millones) que no pueden desayunar lo que ellos tienen.
Busque usted una cafetería donde le pongan leche de soja o pan sin gluten...ja ja
Mientras que la sociedad aprende , sería bueno que se le enseñara a las familias que tienen en casa un intolerante al trigo o a los lácteos y que aprendieran TODOS a no comer esos alimentos.
Al menos hasta que Pepito sea tan mayor como para entender que NO ES UN ENFERMO, sino que si toma trigo o leche, puede enfermar. Que es muy distinto.

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