domingo, 23 de enero de 2011

NARANJA Y PIÑA PARA EL NIÑO Y LA NIÑA

Hace unos dias, una mamá me decía orgullosa, que aunque a su niño de dos años no le gustaba la fruta, " hoy se ha bebido un vaso entero de zumo de naranja".
Me quedé ojiplática ( con los ojos como platos, por si no le suena) y estuve la siguiente media hora convenciéndola para que dejara de hacerlo.
Esto se explica facilmente.
Para llenar un vaso de zumo hacen falta al menos cuatro naranjas. En la naranja, hay por supuesto vitaminas, pero también ácido cítrico.
El ácido cítrico es un limpiador, desengrasante y desincrustante muy eficaz para incluso quitar el óxido de una superficie metálica. En un vaso lleno...hay suficiente ácido para limpiar una reja.
A un niño de dos años le basta una naranja y debe estar diluida en agua.
Cuando se le da en exceso, podemos producir en su vesícula biliar un vaciado violento de bilis, que puede llegar a ocasionarle incluso un vómito.
Igual ocurre con la piña y su zumo. En este caso es la bromelaína o bromelina, enzyma muy presente en la piña que en este caso, puede producir molestias en la mucosa de la boca.
La explicación : las enzymas, entre otras cosas, sirven para digerir las proteínas.
Pruebe a "ablandar" una carne añadiéndole zumo de piña natural.Queda estupenda.
Pues imagine qué puede hacer un exceso de bromelaína en la lengua y entorno de la boca de un niño.
Así que siendo bueno el zumo de piña o de naranja...es más bueno... si va en pequeñas cantidades.

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