LAS TRES ERRES : Regla, Resaca y Reúma

Volvamos a la cocina. Ya que Hipócrates decía que " tu alimento sea tu medicina", hagámosle caso. Nos sorprenderá saber que según dicen los expertos en nutrición, muchas de nuestras dolencias se eliminarían si cambiásemos nuestra dieta.



Y a mí se me ocurría que nos vendría bien a todos, si poco a poco vamos metiendo en este blog remedios caseros para combatir pequeños "achaques". De acuerdo que "los remedios no curan", pero nadie pretende apagar incendios con gaseosa, pero teniendo en cuenta que la medicina natural NO es tan lenta como se decía, bien estará que podamos echar mano a ella para un..."mantente mientras te pillo", que es como decir, mientras llegamos a la consulta del médico.


Y como el título va de erres, empezaré por la primera.


REGLA: A media noche la niña dice que ha empezado con la "cosa" ( los eufemismos siguen usándose aunque la "niña" sepa más de sexología que de matemáticas). Pues bien, nos vamos a la cocina y rebuscamos entre los tarritos de especias que usamos el otro día para hacer la pizza.


Sacamos una cucharita de OREGANO, ponemos agua a hervir... y hacemos una infusión , que además de llenar nuestra cocina ( ¡ a esas horas ! ) de efluvios campestres, dejará a la niña lista para dormir sin retortijones.


RESACA : Esta vez es el "niño". Bueno el niño tiene 27 años pero con el cuento de que la hipoteca está cara, los pisos caros, la lavandería cara y la comida muuuuy cara... tiene "cara" como para quedarse a vivir con sus padres, porque la lavadora de mamá funciona muy bien, mamá guisa muy bien, la cama se hace "sola"... en fín que el niño ayer tuvo una cena con los jefes y se le atragantó el vino tinto. ( Las madres, además de hacerlo todo así de bien, sabemos hacernos las tontas...divinamente, y nos hemos tragado lo del tinto, porque realmente la criatura quería decir "güisqui", pero además de informático, el niño es un experto en eufemismos).


Bueno pues el dia D , o sea el de "después del tinto", vamos a poner la tele muy bajita... no vamos a subir las persianas... y nos vamos a la cocina de nuevo.


Como el niño tiene una carita que parece una estatua de cera, preparemos un té si es posible verde, y vamos a ponerle a esa infusión un poquito del eneldo que nos sobró cuando hicimos aquel salmón tan rico. (Lo guardaste en el congelador, acuérdate ). Ya de paso, si tienes una poquita de hierbabuena ponle un par de ramitos. Esto le calmará las naúseas sobre todo si lo dejas enfriar y se lo bebe a sorbitos. Olvídate de la manzanilla hoy.


De almuerzo, no vayas a recurrir al pollito o al pescado. Mejor prepara un caldito sin grasa y con muchos vegetales al que le pondrás hinojo y cúrcuma ( ese polvito amarillo que parece azafrán y que venden en los super; otro día hablaremos de la cúrcuma, que hay estudios sobre ella que nos dejarán con la boca abierta).


De segundo y para restablecer ese hígado tan maltratado por el "tinto", le vamos a dar unas patatitas hervidas con una pizca de aceite de oliva. Al hervir las patatas sin piel, añadiremos a agua una hojita de laurel (calmante y carminativo) .Si quiere acompañar el guiso con un par de rabanitos bien masticados...


Por la tarde, y en plan supermadre, vamos a hacer arroz con leche de soja al que le vamos a poner canela y cascarita de limón.


Con los azúcares que le aportamos a la dieta ese día, nuestro hígado, mejor dicho el hígado de nuestro "niño" se va a recuperar de glucógeno.


Si al ver todo esto sobre la mesa, el muchacho pone cara como de asquito, le abre una lata de piña y que se vaya tomando una rodajita .

Todos estos alimentos le harán recuperarse en muy pocas horas. Ya, al día siguiente que haga una comida normal aumentando la cantidad de frutas y verduras para depurar el organismo.
Y la próxima vez que el niño le dé al tinto... que no pase del segundo vasito, hombre, que eche formalidad...

REÚMA:
Vayamos por partes, el pueblo llano llama reúma a toda manifestación dolorosa en las articulaciones. Y a eso vamos. Sin extenderme mucho y ya que la niña estaba "reglosa" y el niño "resacoso" imaginemos que es la abuela la que está dolorosa.
No vamos a curar algo más complicado entrando en la cocina, simple y llanamente, le vamos a quitar a la abuelita ese achaque doloroso hasta que el médico pueda verla. O bien, quien sabe, quitarle a la reglosa o al resacoso un dolor de pies o de espalda después de un dia muy duro.
Vamos a ello.
La abuela está hoy especialmente quejosa. Dice que va a cambiar el tiempo. Se levanta del sillón con más dificultad que otras veces...y nos vamos a la cocina.
Cojemos harina, pimienta molida, gengibre molido (puede servir una cucharita de curry) y lo mezclamos con una cucharada de miel y unas gotitas de agua. Hacemos una pasta y la extendemos sobre la parte dolorida.La envolvemos con un papel de cocina y tapamos con un paño. Reposo y ...en menos de media hora, la abuela no es que baile...es que se va a levantar más salerosa.
A falta de pimienta podemos usar también mostaza.
Si lo que queremos es dar un masajito, podemos hacer una infusión muy cargada de romero ( el que nos quedó del último chivo a la pastoril ) , y lo vamos a mezclar con una cucharita de aceite de oliva. Procederemos a tapar , durante al menos dos horas.
Si el dolor es producido por un ataque de gota, y alguien se queja de que el dedo gordo del pié le duele, hagamos una infusión de rabitos de las cerezas que están todavía en la nevera. Disminuirá el contenido de ácido úrico en sangre y aliviará el dolor. Si le damos de comer al doliente, al mismo tiempo, las cerezas o un buen puñado de fresas, obtendremos mejor resultado.
Y si tiene en casa pimientos del Padrón... no se lo piense. Píquelos y póngalos sobre la zona que duela. El calor que aportará la cataplasma ayudará a no tener que salir corriendo a buscar un antiinflamatorio.
¿Vé cómo en la cocina de su casa tiene recursos suficientes como para solventar una dolencia ligera ? Pue ánimo y sin miedo.