viernes, 16 de mayo de 2008

PERROTERAPIA

Los que tenemos perro, dicen, que sonreímos más.

Esto bastaría para tener un perro, porque cuando sonreímos, todo nuestro cuerpo se beneficia de ello: segregamos endorfinas que son las hormonas del bienestar. Pero sé que el que tiene una mascota encontrará mil razones para explicar por qué la tiene, y el tema de las endorfinas le importará un pimiento.

Si buscamos en Internet la palabra PERROTERAPIA un mundo se abrirá ante nosotros.

No voy a hablar del uso de animales en terapias de autismo o minusvalías.Voy simple y llanamente a contaros lo estupendo, fantástico y maravilloso que es ...tener un perro.

Parece demostrado, en estudios científicos avalados por numerosas universidades, que las personas con perro realizan menos visitas al médico, tienen mejor sentido del humor, sufren menos alergias y descansan mejor. Todo esto bastaría para salir corriendo a comprar un perro ¿verdad? Pues espere que aún hay más: parece ser que el acariciar un perro varias veces al día incide en la mejora de la hipertensión. Esto, publicado recientemente en una revista científica, lo cuento tal como lo leí.

En personas mayores, el ocuparse de un perro les hace más beneficio, porque al ocuparse de alguien, las hace pensar menos en sus achaques, se distraen más y tienen más flexibilidad en sus articulaciones, entre otras muchas ventajas.
Un perro nos quiere igual si somos altos o bajos, feos o guapos, gordos o delgados, y eso indudablemente aumenta nuestra autoestima.

Y puestos a tener un perro.. tal vez usted prefiere uno de raza, con un pedigrí que ni el dueño del gato con botas... pero a lo mejor hace lo que yo : tener un perro de la perrera municipal. Perdón, una perra. Se llama KIKA, parece una podenca, o será una podenca, yo qué sé. Si les digo la verdad, también me importa un pimiento.
He copiado de ella, algo que no hacía desde pequeña : estirarme .Cuando KIKA se despierta, se dá un estirón . Pruebe a hacerlo cuando se levante; después de horas de ordenador, o de cama o de sillón; sienta divinamente.
También he copiado de ella algo tan tonto como sonreir por nimiedades. Sí, ya sé que me va a decir que los perros no sonríen. ¡Como que no! Ellos mueven el rabo.... y claro tampoco nosotros tenemos rabo, pero sí unas sonrisas estupendas que no sé por qué no utilizamos. Yo creo que hay mucha gente que tiene al menos dos millones de sonrisas sin estrenar.
Pues nada, ¡ a mover el rabo !... Digo... a sonreir.

Cuando adoptamos un perro abandonado, no es solo que lo saquemos de una vida incierta... es lo que EL aporta para que seamos nosotros los que no tengamos una vida incierta.
Parafraseando al revés a aquel político que hablaba de la Patria : " No es lo que tu hagas por tu perro ... es lo que tu perro puede llegar a hacer por tí.

No hay comentarios: